“Atención a la salud de personas mayores, la perspectiva de Derechos Humanos”
María de los Ángeles Fuentes Vera
La semana pasada fueron publicados los resultados de la “Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, y de
acuerdo a este documento las personas mayores de 60 años son una de las poblaciones más discriminadas.
El 16.1% de las personas mayores declaró haber sido discriminada en servicios médicos, u otros ámbitos sociales. 1
Un 24.8% de personas mayores tuvo al menos un incidente de negación de derechos en los últimos cinco años,
principalmente en la atención médica. Por otro lado, la encuesta indica que 44.9% de las personas mayores
opinaron que en el país sus derechos se respetan poco o nada.
Todo el contenido de la encuesta confirma la arraigada cultura de desprecio hacia la vejez. También da cuenta
que este maltrato se endurece especialmente en la atención a la salud.
En noviembre del año pasado, un grupo de instancias preocupadas por los derechos de las personas mayores
firmamos la Declaración “Envejecer con dignidad y derechos humanos en México: Nuestra meta”, donde se
reconoce a la salud como una de las temáticas fundamentales para lograr la dignidad de las personas mayores,
con perspectiva de género y no-discriminación.
Ahí mencionamos que en materia de salud es urgente –entre otros– “[…] un cambio en la perspectiva de la salud
de las personas mayores, que supere el enfoque biomédico y considere la integridad y bienestar físico,
psicológico, emocional y social de los titulares de derechos, que incluya expresamente la salud sexual y
reproductiva, así como la erradicación de la estigmatización prevalente en materia de salud mental y, la
conformación de un sistema de cuidados a largo plazo […] 2 “
También, en esa misma declaración “[…] instamos al Estado Mexicano a la pronta ratificación de la Convención
Interamericana de las Personas Mayores, instrumento integral, innovador, progresista y multidisciplinar […] así
como a la adopción de legislación y políticas, en las cuales se promueva la participación de las personas mayores
en la elaboración del diagnóstico, formulación, implementación y seguimiento de las políticas públicas […]” 3
La Convención dedica una buena parte de sus contenidos a los cuidados y el derecho a la salud. En su artículo 11
establece el derecho irrenunciable a manifestar su consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud; el
artículo 12 sobre los Derechos de las personas mayores que reciben servicios de cuidado a largo plazo; y también
el artículo 19 mandata — entre otros temas — que se deberán “[…] diseñar e implementar políticas públicas
intersectoriales de salud orientadas a una atención integral que incluya la promoción de la salud, la prevención y
la atención de la enfermedad en todas las etapas, y la rehabilitación y los cuidados paliativos de la persona mayor
a fin de propiciar el disfrute del más alto nivel de bienestar, físico, mental y social […]” 4 .
En los últimos años, desde el CDHAjusco hemos documentado casos de personas mayores en situación de calle,
pernoctando en cajeros automáticos, paraderos o centrales camioneras. Hemos detectado que su expulsión a la
calle está relacionada con deterioro cognitivo, pauperización y despojo, o la suma de todas las anteriores.
También el padecimiento de una enfermedad catastrófica, que resulta insostenible social y económicamente,
puede situar a las personas mayores en riesgo de calle. Luis Enrique Hernández –director de El Caracol AC—
señala que las personas mayores olvidadas por sus familias son las más vulnerables a caer en esta situación “[…]y
sobre todo están saliendo adultas a la calle porque tienen alguna enfermedad crónico degenerativa y las familias no pueden atenderles, porque perdieron su patrimonio o porque tienen alguna discapacidad psicosocial […] En el
caso de las mujeres tienen padecimientos de orden cognitivo, mientras que en de los hombres son crónico-
degenerativas como diabetes o hipertensión, lo cual los ha llevado incluso a perder alguna extremidad. A
diferencia de los jóvenes en calle, las personas mayores no se pueden defender cuando son atacadas y suelen ser
más vulnerables también en épocas de frío […]” 5
Consideramos que el tema de políticas públicas de envejecimiento digno no es exclusiva de la población mayor de 60 años, para generar las condiciones para una vejez digna atañe a toda la población en su conjunto. Por este
motivo el CDHAjusco participa desde hace años en dos plataformas de organizaciones civiles en materia de salud.
La Coalición ContraPESO 6 es una “[…] agrupación de más de 40 organizaciones de la sociedad civil para proponer y
dar seguimiento en políticas públicas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad y crear una cultura de
prevención, educación y tratamiento, transmitiendo el sentido de urgencia y elevando el debate público sobre el
tema. Sus ejes son estratégicos son Activación física, Etiquetado de alimentos y bebidas, Acceso a alimentos
saludables y orientación alimentaria, Alimentación escolar, Medidas fiscales, Publicidad dirigida a público infantil
y Conflicto de interés […]”.
Y la Coalición México Salud-Hable 7 es “[…] un grupo de Organizaciones No Gubernamentales especializadas en el
tratamiento y prevención de las Enfermedades No Transmisibles (ENTs), nació para formular propuestas
integrales en materia de salud y prevención de enfermedades crónicas, y alzar la voz de los pacientes […]”.
La catástrofe en materia de salud pública por la constante violación de derechos en beneficio de corporaciones de
la industria alimenticia y de bebidas azucaradas, está proyectando generaciones de personas mayores con
enfermedades no transmisibles. Generaciones empobrecidas y enfermas.